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Elimine el mal aliento

Elimine el mal aliento

El mal aliento, aunque no es habitual en la vida cotidiana, ha sido clasificado como afección médica por la OMS. Ya sea al despertarse por la mañana, después de comer o durante las conversaciones, este desagradable olor bucal surge inevitablemente, afectando a los demás.

Los expertos señalan incluso que pasar más de media hora mirando el móvil sin hablar ni mover la boca reduce la secreción de saliva, lo que provoca un aumento de las bacterias en la boca y aumenta el riesgo de mal aliento.

Las causas del mal aliento persistente son complejas y afectan a múltiples sistemas, como la cavidad bucal, el tubo digestivo y el aparato respiratorio. Entonces, ¿cómo podemos eliminar eficazmente este problema? Explorémoslo juntos en este artículo:

Aparato digestivo y problemas digestivos intestinales

La infección por Helicobacter pylori es cada vez más frecuente en la sociedad moderna. La infección puede producirse al besarse, compartir utensilios, beber del mismo recipiente o incluso respirar el mismo aire en espacios cerrados. La bacteria descompone la urea en el organismo, produciendo amoníaco que causa inflamación gástrica. La fermentación de los alimentos genera entonces olores desagradables que se expulsan por la boca.

Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)

Comer en exceso o consumir alimentos diversos después de las comidas puede hacer que el ácido del estómago y los alimentos refluyan hacia el esófago, dañando la mucosa y produciendo un aliento agrio y pútrido, que empeora sobre todo al acostarse.

Disfunción gastrointestinal

Afecciones como la indigestión y el estreñimiento pueden alterar el equilibrio de la flora intestinal, provocando la subida de gases y causando mal aliento. Las bacterias descomponen la urea para producir gas amoniacal, causando al mismo tiempo inflamación gástrica. Los alimentos fermentados producen olores desagradables que se expulsan por la boca.

Disfunción gastrointestinal

Trasladarse a un nuevo lugar puede causar molestias digestivas. Factores como la indigestión, el estreñimiento y el desequilibrio de la flora intestinal hacen que los gases producidos por la fermentación durante varios días asciendan a la cavidad bucal, provocando mal aliento.

Elimine el mal aliento

Enfermedades bucodentales

Recubrimiento excesivo de la lengua

Si no se limpia la lengua con regularidad, las bacterias proliferan en la raíz lingual, un entorno oscuro y húmedo que sirve de caldo de cultivo. Estas bacterias descomponen las proteínas, liberando sustancias malolientes como el sulfuro de hidrógeno. Incluso con los dientes limpios, una lengua sucia puede provocar mal aliento.

Placa dental y sarro

El descuido prolongado de la limpieza entre los dientes permite que se acumulen restos de comida. Las bacterias descomponen estos restos, produciendo sulfuros que causan el mal aliento. El sarro irrita aún más las encías, exacerbando la inflamación y el mal olor.

Caries y dolor de muelas del juicio

Las caries y los restos de comida atrapados en los huecos de las muelas del juicio albergan fácilmente bacterias que producen olores pútridos.

Enfermedades bucales comunes: La periodontitis, la gingivitis y las úlceras orales crean condiciones inflamatorias que proporcionan caldo de cultivo para las bacterias, desencadenando el mal aliento.

Enfermedades sistémicas

  • En afecciones como la diabetes, ya sea en ancianos o en adultos jóvenes, un mal control sistémico del azúcar en sangre puede provocar cetoacidosis, lo que hace que el aliento desprenda olor a manzana podrida.
  • Los malos hábitos de vida, como fumar y beber en exceso, pueden provocar una función hepática y renal anormal durante la vejez: la insuficiencia hepática puede producir un olor similar al del hígado, mientras que la insuficiencia renal puede causar un olor similar al de la orina.

Diferencias en la dieta y los hábitos de vida

El consumo frecuente de alimentos picantes como la cebolla, el ajo, el hinojo, etc., o el mantenimiento de una dieta rica en proteínas pueden provocar un aumento de la fermentación y la producción de olores desagradables. Las partículas de carne se alojan fácilmente entre los dientes. Si no se eliminan rápidamente mediante el cepillado y el uso de hilo dental, las bacterias se multiplicarán en la boca, provocando mal aliento.

Limpiar la lengua

Para eliminar el mal aliento

Para eliminar el mal aliento, es esencial abordar las cuatro causas subyacentes y los posibles factores de salud mencionados anteriormente. He aquí algunos métodos científicamente probados:

Método 1: Mantener los dientes limpios

Además de cepillarse los dientes a diario, utilice hilo dental después de las comidas y enjuague bucal para desinfectar y refrescar el aliento. Bebe mucha agua a diario para mantener la boca húmeda, estimular la producción de saliva y eliminar las bacterias que permanecen en la boca, evitando así los malos olores.

Método 2: Visitar al dentista con regularidad

Programe revisiones dentales periódicas y limpiezas profesionales para prevenir inflamaciones bucales como caries y gingivitis. Prueba a masticar chicles de distintos sabores para estimular el flujo de saliva. Utiliza pasta dentífrica con flúor para inhibir la proliferación de bacterias.

Método 3: Limpiar la lengua

Además de la limpieza dental diaria, recuerde rascarse la lengua. Prevenir la acumulación de capa lingual evita el mal olor y preserva la sensibilidad gustativa.

Método 4: Comer más fruta y verdura

Coma muchas frutas y verduras, ricas en fibra y aromas frutales naturales, para ayudar a refrescar el aliento. Cuando se consumen, ayudan a la digestión como enzimas digestivas naturales, favoreciendo la eliminación de residuos del organismo. Esto mantiene el sistema despejado y garantiza un aliento impecable.

Frutas recomendadas para el consumo regular:

Manzanas: Una manzana al día mantiene alejado al médico. Ricas en fibra, ácidos frutales y pectina, las manzanas limpian dientes y encías mediante la acción masticatoria, tanto en humanos como en animales. Sus polifenoles descomponen los sulfuros de la boca, reduciendo el mal aliento. Además, las manzanas estimulan la motilidad intestinal y mejoran la digestión, abordando el mal aliento desde la raíz al prevenir la indigestión.

Peras: Las peras ayudan a eliminar el calor y a reducir la inflamación. Para la inflamación de las encías, las peras de nieve son una excelente elección. Su alto contenido en agua hidrata la boca y la garganta, mientras que las vitaminas y los antioxidantes regulan el metabolismo para minimizar el mal olor bucal.

Pomelo: El pomelo contiene de forma natural aceite de pomelo aromático. Su pulpa está repleta de fibra y ofrece un refrescante sabor dulce. El aroma del pomelo enmascara el mal aliento y contiene antioxidantes similares a los polifenoles del té. Éstos favorecen la secreción de fluidos digestivos, mejoran la función gastrointestinal y mejoran el mal aliento causado por problemas digestivos.

Mantener los dientes limpios

Kiwi: Repletos de vitamina C, los kiwis poseen propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que reducen la proliferación de bacterias bucales. Su sabor agridulce estimula la producción de saliva, manteniendo la boca húmeda y mejorando el aliento.

Cítricos: Al igual que las naranjas y los pomelos, los limones son ricos en vitamina C y compuestos ácidos que estimulan la producción de saliva, limpian la boca e inhiben la proliferación de bacterias. Puedes beber zumo de limón mezclado con agua tibia o masticar directamente rodajas de limón (ten cuidado de no dañar los dientes con el ácido).

Notas importantes: Aunque varias frutas pueden ayudar a mejorar el aliento, no pueden sustituir a unos hábitos de higiene bucal adecuados. Las frutas contienen cantidades significativas de fructosa, que también puede favorecer la fermentación y la actividad bacteriana en la boca. Lo que debemos priorizar es mantener un cepillado constante por la mañana y por la noche, enjuagarnos después de las comidas y programar revisiones dentales periódicas para controlar la salud bucodental.

Método 5: Dejar de fumar

Fumar provoca mal aliento como consecuencia más directa. Los residuos del tabaco y otras sustancias nocivas permanecen en la boca durante largos periodos. Los fumadores inhalan humo repetidamente a lo largo del tiempo, lo que les deja un aliento insoportablemente fétido, peor que el ajo.

Método 6: Mantener un horario regular y asegurar un sueño adecuado

Dormir bien conduce a un cuerpo sano. Practique ejercicio con regularidad y actividades al aire libre para cultivar una mentalidad positiva y el bienestar físico. Esto favorece una actividad y simbiosis óptimas en el microbioma intestinal, evitando el mal aliento. Un sueño de calidad también ayuda a curar diversas inflamaciones corporales.

Si le preocupan las causas poco claras del mal aliento y se siente inseguro, sobre todo si el problema persiste a pesar de mejorar su higiene bucal diaria, consulte a su dentista o profesional sanitario para identificar y tratar la causa subyacente.


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